En octubre de 1997 recibimos el encargo para la redacción de un proyecto de una vivienda unifamiliar en el municipio de Santa Margarita, al Noreste de la isla de Mallorca. El solar está ubicado en lo alto de una colina, junto a la iglesia, en el límite del casco urbano del pueblo de Santa Margarita, desde donde hay unas excelentes vistas al “pla” de Mallorca, con las montañas de la Serra de Tramuntana como fondo.
Sandra Tarruella(Interioristas)
Isabel López(Interioristas)
Bet Figueras(Arquitectos paisajistas)
2002 Obra finalista
"Premios FAD 2002 de Interiorismo"
2002 Obra seleccionada
"Premios FAD 2002 de Arquitectura"
2002 Obra finalista
"Premios de Arquitectura de Mallorca 1997-2001"
En octubre de 1997 recibimos el encargo para la redacción de un proyecto de una vivienda unifamiliar en el municipio de Santa Margarita, al Noreste de la isla de Mallorca. El solar está ubicado en lo alto de una colina, junto a la iglesia, en el límite del casco urbano del pueblo de Santa Margarita, desde donde hay unas excelentes vistas al “pla” de Mallorca, con las montañas de la Serra de Tramuntana como fondo. El número de materiales empleados se ha simplificado al máximo: hormigón, madera y vidrio conforman los paramentos verticales y horizontales. Un muro de hormigón genera el acceso a la vivienda y la cierra absolutamente hacia el límite del pueblo, ya que son las traseras y los corrales de las viviendas vecinas. Una brecha en este muro provoca la entrada de la vivienda a través de un patio. Junto a este muro principal, se disponen otros tres muros estructurales de hormigón que conforman la distribución de la planta baja y abren los espacios hacia las vistas del “pla” y a la ladera de la colina. Sobre estos muros se apoya una caja revestida de madera cerrada al pueblo y abierta a las vistas, estableciendo un diálogo entre la solidez del hormigón, la ligereza de la madera y la fragilidad del vidrio. Frente al muro principal de hormigón, al otro lado del camino que da acceso a la vivienda, se ha diseñado un cerramiento de parcela a modo de pantallas vegetales flotantes sobre estructura metálica, contrastando el movimiento de su disposición y composición con la rotundidad y direccionalidad del muro de hormigón. El programa principal se organiza en dos plantas, en la planta baja se sitúa la sala de estar, cocina, garaje y, en la planta piso, se ubica el programa de noche y coladuría. La organización de esta planta, se produce a lo largo de un eje longitudinal abierto en sus extremos. A un lado de este eje, se suceden los dormitorios con sus respectivos baños, mientras que al otro, se ubica un doble espacio y la escalera como núcleo de comunicación vertical entre ambas plantas, y dos patios, uno integrado al dormitorio principal y otro en el otro extremo del eje, como espacio exterior de la coladuría. Los espacios interiores y exteriores de toda la casa, están dimensionados con el módulo de 1,35 m. x 1,35 m., formado por el encofrado metálico de muros y forjados. Así, por ejemplo, la sala de estar tiene unas dimensiones de 7 x 7 módulos y 2 de altura. La estructura es a base de muros de hormigón armado que a su vez son conformadores del espacio y su acabado final tanto exterior como interior. Los forjados son de losa de hormigón armado, y al igual que los muros está hecha “in situ”. Los pavimentos interiores y exteriores son de madera de afromorsia al igual que la carpintería interior. El revestimiento de la caja de la planta piso, está construido con rastreles fijados a los muros de cerramiento, y tablones de madera de afromorsia de 2 cm. de espesor separados 8 mm. entre sí. El pliegue del muro principal de la vivienda, genera un espacio a modo de sala de estar exterior de 10x12 módulos. Mientras que el pavimento de las terrazas exteriores, y que abrazan la piscina de pizarra negra, es de madera, el pavimento de la gran “sala de estar”, es un pavimento flotante de hormigón de 1x1 módulo. Únicamente unas aberturas a modo de ventanas relacionan la “sala de estar exterior” con el resto de la parcela y la iglesia.